Cuando la mezcla arranca a hervir , seguimos removiendo durante un minuto más y retiramos del fuego .
A continuación pasamos la batidora durante unos segundos para asegurarnos de que no queden trocitos de queso y además conseguir una tarta super suave .
Vertemos la mezcla dentro del molde para que no caiga tan bruscamente y así evitar estropear la capa de caramelo .
Ponemos el reverso de una cuchara en el medio .
Cuando tengamos el molde lleno , dejamos que enfríe unos veinte minutos a temperatura ambiente .
Si os sobra algo de mezcla , como a mí , podéis hacer unas raciones individuales en unos vasitos cuando haya enfriado un poco llevamos la tarta a la nevera y refrigera como mínimo tres o cuatro horas , aunque es mejor dejarla toda la noche .
Una vez pasado este tiempo , la sacamos del frigorífico y ya podemos desmoldar .
Para ello ponemos un plato sobre el molde y con pulso firme le damos la vuelta .
El caramelo hará que se despegue y caiga por sí sola .
Retiramos el molde y ya podemos servir .
Ahora voy a cortar una porción y a probarla para que veáis la textura que tiene .
Como se puede ver , queda super suave y os garantizo que el sabor es más que delicioso .
Os animo a que lo probéis .
Ya habéis visto lo fácil que es de hacer .
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Si aún no lo estáis para ver mis nuevos vídeos , os espero en la siguiente receta .
Hasta la próxima .