ya vimos en el vídeo que dedicamos a Lady Di cuál era el postre favorito de la princesa de Gales , el pudding de pan y mantequilla .
Y una de las peticiones que más se repitieron en los comentarios de aquel vídeo es que hiciera también el postre favorito de la que fue una de sus grandes rivales , la reina Isabel segunda .
Darren McGrady , el chef que reveló los gustos de Diana , cocinó para la Casa Real británica durante once años y , por tanto , también conoció las predilecciones gastronómicas de la reina Isabel Segunda lleva en el trono casi setenta años .
Hace ya tiempo que superó a su tatarabuela Victoria como la reina más longeva .
Durante su vida se ha codeado con todo tipo de personalidades y ha asistido a todo tipo de convites , donde la variedad y el lujo no han falta .
Precisamente , pero sorprendentemente , su postre favorito es de lo más sencillo una tarta de galletas y chocolate , lo que en muchos sitios se conoce como tarta de la abuela .
La receta que vamos a hacer es la del propio McGrady , la que él mismo hacía para Isabel .
Echamos el huevo en agua y lo dejamos cocinar a sesenta grados durante cuatro minutos .
Con esto minimizamos el riesgo de usar huevo crudo , pero cuidado con que la temperatura del agua nos supere los sesenta y cuatro grados .
Pues la yema podría empezar a coagular .
Ya podemos ponernos manos a la obra con la tarta de la reina Isabel II .
Empezamos troceando con las manos las galletas .
Debeis partir cada galleta en cuatro ó seis trozos .
Yo he utilizado doscientos veinticinco gramos de galletas María .
Podeis usar este mismo tipo ó el que más os guste .
En la receta original se usan las reds y típicas inglesas .
Fundimos Ciento quince gramos de chocolate negro .
Setenta .
Podéis hacerlo al baño María o en el microondas en intervalos de treinta segundos y removiendo antes de ponerlo treinta segundos más .
Una vez casi todo esté derretido , removemos y acabamos de fundir con el calor residual a la vez que bajará la temperatura del chocolate .
Reservamos y vamos con el siguiente paso .
En un bol echamos ciento quince gramos de mantequilla a temperatura ambiente y ciento quince gramos de azúcar .
Dimos hasta integrar ambos ingredientes .
En este punto incorporamos el chocolate que teníamos fundido .
Batimos junto a la mantequilla .
Una vez bien integrados ambos ingredientes .
Incorporamos el huevo que teníamos reservado y batimos hasta hasta integrarlo .
Acabamos de incorporarlo bien .
Con ayuda de una espátula .
Echamos esta mezcla sobre las galletas y mezclamos bien .
Ya veis que es una receta muy simple .
Lo más complicado es trocear las galletas .
Hemos de procurar que todas las galletas queden bien cubiertas de chocolate .
Rociamos un molde de quince centímetros de diámetro con spray desmolda y cubrimos el fondo y las paredes con papel vegetal .
Echamos las galletas en el interior del molde intentando repartirlas para que queden los menos huecos posibles .
Observamos en la nevera un mínimo de tres horas .
Pasado el tiempo , ya podemos desmoldarla .
Lo haremos sobre una rejilla que será ideal para preparar la cobertura .
Retiramos el papel y procedemos a cubrir la tarta .
Para ello hemos derretido en el microondas otros trescientos gramos de chocolate negro .
Setenta por ciento .
Echamos el chocolate encima de la tarta , lo extendemos y repartimos con una espátula .
Hemos colocado la tarta en una rejilla sobre una bandeja .
De esta forma podremos recoger el chocolate sobrante .
Una vez que tenemos la tarta totalmente cubierta , la reservamos veinte minutos en la nevera hasta que el chocolate exterior se haya endurecido con el chocolate que nos ha sobrado .
Vamos a aplicar un truco para endurecerlo y poder hacer decoraciones con él .
Tan sencillo como añadir unas gotas de agua y remover hasta tener una consistencia que nos permita decorar mucho cuidado , porque si os pasáis de agua estropear el chocolate .
Así que es mejor ir poco a poco , dos , tres gotas y mezclamos cuando veáis que al caer el chocolate no se desdibuja , ya lo tendremos .
Lo pasamos a una manga pastelera o a una bolsa para poder hacer nuestras filigranas .
Cortamos la punta de la bolsa y decoramos al gusto .
Mirad qué forma más sencilla de rematar una tarta no sólo nos sirve para decorarla , también para tapar las imperfecciones .
Según el chef McGrady , Isabel sentía auténtica debilidad por esta tarta .
Es el único dulce que no podía faltar nunca en el comedor o a la hora del té .
A la reina le gustaba tanto que si sobraba alguna porción , la llevaba ella misma en sus rodillas cuando viajaba del palacio de Buckingham al castillo de Windsor .
Lo que no sabemos es si hoy , a su avanzada edad , aún lo sigue devorando con la misma intensidad .
Yo creo que nos ha quedado fantástica .
Vamos con el corte .
Una tarta casi infantil .